1789 es un número que para el imaginario
de toda una nación es el símbolo con el que nace una nueva concepción de
Estado, de sociedad, de clase y de poder. Sí, sabemos que aquellos desarrapados
llamados Sans-culottes estaban
dirigidos y enaltecidos por una burguesía que buscaba su propio beneficio y
empezar a tomar como costumbre derramar la sangre de los humildes y
desprotegidos de todo sistema social para conseguir sus intereses, pero aquella
revolución trajo a Europa la concepción de Estado Moderno; el primer
reconocimiento de poder a grupos no nobiliarios, ni clericales y el inicio de
la Razón, y sus monstruos como diría Don Francisco de Goya, en la política.
Muchos
son los logros olvidados, como olvidado también es el esfuerzo y la lucha para
conseguirlos. Como en aquella frase de <<Que coman pasteles>> nunca
pronunciada por María Antonieta, gran fake
news -o paparrucha en castellano- de la época, que tuvo una respuesta por parte
del Tercer Estado tan contundente que hoy en día la tacharíamos de barbaridad,
vandalismo o protestas. En los libros de Historia, esos mamotretos que ni tan siquiera
políticos como Rivera -el de ahora, claro está- lee, aparece como un hecho heroico
y transcendente. Es cierto que en su época países como el nuestro intentaban vilipendiar todo aquello y hacer oídos sordos, pero como bien dice el refrán:
<< no se puede tapar el sol con un dedo>>.
Como amante de la Historia la situación
que hoy en día se vive en Francia con los chalecos amarillos no deja de traerme
al pensamiento todo aquel inicio, aquellas protestas en contra de un poder
despótico en el que la economía de unos pocos prevalece sobre las medidas
sociales o el bienestar de la sociedad en general. Es pronto para dilucidar si
ése movimiento tiene tras de sí algún lobby o algún interesado en la industria
del transporte. Pero lo que sí sabemos es que su esfuerzo, su lucha y sus
protestas han vuelto a poner de manifiesto una realidad innegable, no hay poder
o gobierno que aguante o soporte durante mucho tiempo un pulso contra ese
Tercer Estado creado en 1789. Una conciencia que no hay que olvidar que creó en
las cortes la tribuna de la izquierda republicana, ya que es al pueblo a quien
se le debe tanto su representación como la creación de las medidas sociales que
nos han quitado en los últimos años.
El Estado Moderno nació en
Francia tras unas protestas, que en aquel momento fue monopolizada por la
burguesía, quizá ahora, una vez más, aquellos Sans-culottes hoy con chalecos amarillos nos valga para, al menos,
reflexionar. Reflexionar sobre nuestra situación ante el Estado, nuestro
comportamiento como sociedad, la concepción y el surgimiento de la izquierda,
la fuerza del pueblo y sobre todo la responsabilidad que tenemos como
ciudadanos ante el nuevo desafío de la ultra derecha.
En Francia recuerdan y conocen el
significado de 1789, en España pocos, muy pocos conocen que hubo un 1823… ¡Vivan
las caenas!
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